Legisladores instaron a que negociador comercial aconseje al primer mandatario a no poner fin al acuerdo como forma de presionar al Congreso.
Senadores republicanos instaron al principal negociador comercial de Estados Unidos a que aconseje al presidente Donald Trump que no ponga fin formalmente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte como una forma de presionar al Congreso para que apruebe pronto un nuevo acuerdo.
El senador John Cornyn dijo a periodistas que sería “inmensamente más difícil si el presidente decidiera retirarse del TLCAN y luego intentara presionar al Congreso”.
Cornyn afirmó que el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dijo a los senadores que no era su decisión y que él transmitiría sus preocupaciones a Trump. Lighthizer declinó hacer comentarios luego de reunirse con los senadores por más de 90 minutos.
El senador Charles Grassley, quien preside la Comisión de Finanzas que trata asuntos relacionados con el comercio exterior, dijo que después de la reunión se discutió el tema de retirarse del TLCAN “y todos dijimos que eso sería algo malo”.
Negociaciones
Al preguntarle por qué se oponía a retirarse del tratado, Grassley agregó: “Creo que es muy poco realista en cualquier entorno pensar que alguna vez se va a volver a llevar a Canadá y México a la mesa de negociaciones”.
Trump dijo a periodistas el 1 de diciembre que planeaba dar un aviso formal “dentro de un período de tiempo relativamente corto” y establecer un plazo de seis meses para su ratificación.
Pero han pasado más de dos meses y Trump no ha actuado. Un informe sobre el impacto económico del nuevo tratado entre México, Estados Unidos y Canadá se ha retrasado por el cierre parcial del gobierno de 35 días y ahora no se espera hasta abril.
Varios senadores republicanos también dijeron que se oponen a cualquier esfuerzo por imponer aranceles de hasta 25% por motivos de seguridad nacional a los automóviles y camionetas importadas. El Departamento de Comercio debe entregar los resultados de su investigación a la Casa Blanca antes del 17 de febrero.
“Quedó muy claro que los aranceles a los automóviles no tienen mucho que ver con la seguridad nacional”, dijo Grassley.
Los senadores también dijeron que la Casa Blanca debe retirar los aranceles al aluminio y el acero importados de Canadá y México si quiere lograr la aprobación del acuerdo comercial en el Senado.
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