Los aranceles de EU al tomate mexicano parecen una respuesta al avance considerable del fruto nacional en el mercado norteamericano.
La decisión de Estados Unidos de imponer aranceles al tomate mexicano parece ser una respuesta al avance que alcanzó el producto mexicano en ese país.
En los últimos años, el tomate mexicano arrebató una participación considerable del mercado estadounidense a los productores de Florida.
Durante el ciclo 1998/1999, el tomate de Florida concentraba 59 por ciento del mercado estadounidense, mientras que el producto mexicano tenía el 41 por ciento.
En tanto, para el ciclo 2016/2017, la participación del tomate mexicano aumentó a 67 por ciento del mercado de Estados Unidos, mientras que la hortaliza de Florida bajó a 33 por ciento, según un reporte del Comité de Tomate de Florida.
Los agricultores de tomate estadounidense han adoptado varias tecnologías en sus campos de producción, pero no ha sido suficiente para evitar el avance del producto mexicano dentro de su país.
Entre estas técnicas están las conocidas como “ambiente adaptado” y “ambiente controlado”, con las cuales evitan que los cambios repentinos de clima, como sequías y lluvias, alteren el desarrollo del cultivo.
También utilizan el invernadero, la casa sombra y el macrotúnel, estructuras que contrastan con las siembras en campos abiertos.
México también adoptó dichas tecnologías y los resultados le han permitido crecer su producción y exportación a Estados Unidos.
En el ciclo 2017/2018, de las exportaciones mexicanas totales de tomate a Estados Unidos, 84 por ciento se obtuvo por técnicas de ambiente controlado y adaptado, según el Departamento de Agricultura de ese país.
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