Los especialistas del sector aseguran que es necesaria una sola ley que regule la forma en cómo pueden licitarse los contratos para evitar favoritismos.
La siguiente administración federal debería impulsar la creación de una Ley Federal de Contrataciones Públicas, para evitar la corrupción y adjudicación de contratos por favores políticos a nivel estatal, coincidieron especialistas.
Actualmente, en México existen 33 distintos regímenes de contrataciones públicas, 32 locales y una federal. Esto permite que los estados puedan modificar sus leyes para favorecer a contratistas o adjudicar de forma discrecional algunos proyectos.
“¿Cuál es la necesidad de seguir teniendo 33 regímenes diferentes? Por qué no tener una ley general de contrataciones públicas que establezca principios completos para toda la federación”, consideró Max Kaiser, especialista en anticorrupción y exinvestigador del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
La Comisión Federal de Competencia (Cofece) ha enfatizado en la creación de una sola ley que regule la forma en cómo pueden licitarse los contratos, sobre todo en materia de infraestructura y compras públicas por grandes montos, como medicamentos.
“Nosotros lo que estamos proponiendo es una ley federal de adquisiciones, es decir, un marco general para que ningún estado tenga la facultad de modificar sus leyes, sin proteger a algunos proveedores locales o a algunos amigos”, dijo a medios Alejandra Palacios, comisionada presidenta del organismo.
En el país hay cerca de 150 mil procedimientos de licitaciones públicas por 450 millones de pesos anualmente. De este último monto, sólo cerca de 30 empresas controlan el 20 por ciento de los contratos ganados. “Es un mercado muy pequeño, es un mercado muy controlado”, aseveró Kaiser.
Como ejemplo, en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) sólo hay ocho proveedores por cada 100 contratos y en la Secretaría de Hacienda existen nueve proveedores por cada 100 contratos.
Preocupa modificación de leyes en Tabasco
La semana pasada el Congreso, donde Morena es Mayoría, logró pasar una iniciativa en la cual se plantea que el gobernador del Estado puede decidir cuando una obra puede ser adjudicada sin necesidad de hacer un proceso de invitación o licitación pública.
Palacios consideró preocupante la decisión tomada por el legislativo federal. Este tipo de medidas, dijo, podrían favorecer a empresas y aumentar el costo de obras y compras.
“Por un lado, es muy triste que modifiquen la ley del Estado de Tabasco, en el sentido que grandes adquisiciones, que es cuando más competencia necesitamos, se hagan a través de adjudicaciones directas”, consideró Palacios.
El cambio en las leyes locales de Tabasco toma relevancia debido a que en este estado se prevé la construcción de la Refinería de Dos Bocas.
“Es simplemente un pretexto para que el gobernador califique una obra con ese adjetivo y pueda adjudicar de manera directa una obra”, opinó Max Kaiser.
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