“Se comprobaron irregularidades fiscales, información falsa en expedientes, retrasos u omisiones en declaración de impuestos, domicilios inexistentes y otras faltas. Con la suspensión, paramos empresas que están haciendo comercio exterior ilícito”, compartió en entrevista con Crónica Ricardo Ahued, titular de la Administración General de Aduanas (AGA).

Al menos mil 500 padrones empresariales de comercio exterior han sido suspendidos en la presente administración por actividades ilegales y anomalías en el tráfico de mercancías, compartió en entrevista con Crónica Ricardo Ahued, titular de la Administración General de Aduanas (AGA).

Estos padrones o registros permiten a compañías nacionales e internacionales realizar actividades de importación y exportación de productos.

“Se comprobaron irregularidades fiscales, información falsa en expedientes, retrasos u omisiones en declaración de impuestos, domicilios inexistentes y otras faltas. Con la suspensión, paramos empresas que están haciendo comercio exterior ilícito”, explicó.

Entre las sancionadas, hay incluso empresas certificadas, las cuales contaban con facilidades administrativas y beneficios en costos y logística, supuestamente por buenas prácticas y cumplimiento de requisitos de seguridad, aduaneros y fiscales.

“Teníamos alrededor de 3 mil 600 certificadas en el país, pero también en éstas detectamos desorden y hemos suspendido a más de 110”.

MENTADAS. Aquí, en su oficina, son constantes los repiqueteos telefónicos e irrupciones de sus colaboradores, inquietos por compartirle citas u otros pendientes, señal del ajetreo institucional.

—En esta labor de limpieza —dice—, tengo la ventaja de que vengo del pueblo, de abajo. La gente lo sabe… Hoy puedo caminar por Xalapa, la ciudad a donde llegué desde los tres años, y hay respeto, confianza. Nunca me han mentado la madre.

De repente, Ahued retrocede al pasado, habla de su familia, de su casa, donde, dice, aprendió las bases con las cuales enfrenta hoy su plan anticorrupción…

“Mi padre se quedó sin un peso en la bolsa, con seis hijos, sé lo que es comprar una torta y partirla en ocho pedacitos. No le puedo robar al pueblo cuando he vivido lícitamente desde que era niño, como cargador en un local. Sé lo que es ir empujando un diablito con chácharas, ir vendiendo calle por calle, así empecé mi negocio. A mí no me cuentan. ¿Cómo voy a avorazarme?, ¿cómo voy a chingarme el dinero de la gente?”.

MONTOS. Va y viene en el tiempo. Él mismo retoma el tópico de la entrevista, las trampas del sistema aduanero. Uno de los sectores más dañados por el comercio ilegal,  confirma, es el textil.

“Hemos iniciado procedimientos relacionados con más de 400 contenedores con mercancía textil, 35 ya fueron propuestos para el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE, hoy Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado) y tenemos en proceso de investigación muy sólida a otros 150, porque los meten al país de forma irregular. Se ha vuelto un gran negocio la subvaluación, la importación temporal ficticia y el contrabando de artículos ya terminados. Los andamos correteando, en coordinación con el sector, Economía y SAT.

Se nombró incluso un enlace directo de la industria textil con la AGA. El saneamiento progresivo del comercio exterior está entre las prioridades institucionales, por los ingresos en juego.

“Son mil millones de millones de aportación fiscal, y si consideramos otros conceptos aduaneros, casi billón y medio… 461 mil millones de dólares al año en ingresos a México por lo que llega, y un monto similar por lo que sale”.

—¿Y la limpieza interna?

—Ni por mi parte ni por el lado de la jefa del SAT (Raquel Buenrostro) pasará la corrupción, aunque sabemos que hay resistencias: somos casi 8 mil trabajadores en AGA, el 84 por ciento en campo, y el 16 por ciento en oficinas. Todos los días llegan denuncias, y las mando directamente a las áreas centrales para investigación, porque no tengo compromiso con nadie. Ya solicité al SAT un sistema, tipo ­call center, para dar seguimiento a todas las informaciones, incluso las anónimas: nos llegan nombres y apellidos y pedimos al SAT que intervenga y, cuando comprobamos delitos, retiramos del cargo y efectuamos las demandas correspondientes.

—Muchos los retos, pero de manera contradictoria ha habido una reducción presupuestal…

—Se ha ido ajustando, pero desde antes que yo llegara, estoy viendo en qué términos queda para 2020.

—¿Cómo es posible conciliar la austeridad con las necesidades operativas, tecnológicas y de capital humano de la dependencia?

—Aquí se acabaron los lujos y excesos, son limitados los gastos. ¿Sabes cuántas invitaciones al extranjero he tenido, a Estados Unidos, Europa, Asia?… Infinidad. Estaría paseando por el mundo, pero no se trata de eso. Aquí yo pago mi avión, la camioneta con la que ando es mía, el TAG, también pago la gasolina. Estar aquí me cuesta dos o tres veces lo que gano.

—Que no debería ser así, finalmente eres funcionario público. Si hay pérdidas, ¿por qué estar aquí?

—Porque creo en el Presidente, el día que no crea en él, me salgo. Cuando me vaya, quiero hacerlo en paz, no como un mentiroso. Lo que se hizo en 80 años no lo resuelvo en unos meses, pero sí quiero que se vea un cambio. Valoro más la tranquilidad, que las cochinadas en la función pública.

—¿Y si vas a terminar tu gestión?

—Cuando el Presidente diga que terminó mi ciclo, adiós.

—Porque seguro tienes metas políticas…

—Ésas se deciden al momento, pero debes tener la fortaleza del pasado para determinarlo. Ahora lo que me interesa es impulsar mi visión modernizadora y sin vicios en AGA, si nos dejan, si nos dejan…

ARGUCIASY ESTORBOS. El Administrador también ha detectado expedientes en los cuales los señalamientos contra un servidor público resultan falsos, “y es porque están incomodando a los de arriba, los empiezan a presionar y luego los manchan, porque les estorban, y en esos casos vamos por los denunciantes”.


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