Transportistas reclaman que EU incluyó una salvaguarda que le permite retirarles autorizaciones para servicios transfronterizos de largo trayecto, capacidad que México no tiene.

Las empresas mexicanas de paquetería están presionando para poder entrar en el mercado de Estados Unidos bajo el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), al exigir un trato recíproco para aprovechar el lucrativo mercado de su vecino en el norte.

Firmas como las estadounidenses Fedex Express y UPS operan en México en casi las mismas condiciones que las empresas locales, que hasta ahora no pueden ofrecer sus servicios con sus propios vehículos en ciudades de Estados Unidos por ser una actividad sólo reservada a ciudadanos de ese país.

El nuevo pacto comercial que reemplazará al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), mantiene cerradas las puertas del mercado estadounidense para las firmas de paquetería mexicanas.

“Lo que siempre se ha pedido es piso parejo”, comentó a Reuters Manuel Armendáriz, presidente de la Asociación Mexicana de Mensajería y Paquetería (AMMPAC), que representa a más de 30 firmas locales de paquetería como Estafeta.

El ejecutivo explicó que han mantenido contactos con senadores dado que el acuerdo deberá ser ratificado por la Cámara alta después de que sea firmado por el Gobierno.

“Se busca que las autoridades mexicanas defiendan la igualdad”, comentó.

Los transportistas de carga mexicanos también están preocupados. En el nuevo tratado, Estados Unidos incluyó una nueva salvaguarda que le permite retirar las autorizaciones para los mexicanos que dan servicio transfronterizo de largo trayecto, como por ejemplo de Tijuana a Nueva York.

Bajo esta figura, las autoridades estadounidenses pueden retirar los permisos a los transportistas del otro lado de la frontera si comprueban que hay una pérdida significativa de participación de sus empresas en el mercado nacional en favor de una firma mexicana.

Sin embargo, México no goza de esa potestad bajo el nuevo acuerdo.

“Si ellos tienen derecho de cancelar sin previo aviso (…) los acuerdos ya establecidos con empresas que se autorizaron, pues que también nosotros tengamos reservado este derecho“, exigió Enrique González, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) de México.

Pero las exigencias de Estados Unidos serían difíciles de cumplir, según fuentes cercanas a la renegociación, que aseguraron que los transportistas mexicanos autorizados a hacer trayectos de largo recorrido representan una pequeña parte del mercado en Estados Unidos.

Existen 41 empresas mexicanas autorizadas con 493 conductores frente a los 3.5 millones de choferes estadounidenses.

Unas 20 empresas de Estados Unidos transportan actualmente carga internacional a México, según cifras del gremio.

“Estamos muy lejos de representar (una amenaza) frente a más de 3.5 millones de transportistas en Estados Unidos”, indicó el martes el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, minimizando el riesgo que acarrea esa cláusula al ser cuestionado sobre el tema durante su comparecencia en la Cámara de Diputados.

En el nuevo acuerdo, Estados Unidos incluyó que hasta que México no permita la inversión extranjera en transporte interno de carga, o cabotaje, la autoridad estadounidense tampoco dará concesiones para la prestación de servicios de camiones mexicanos entre puntos de ese país para llevar mercancías distintas que no sean carga de comercio exterior.

“Lo que queda y sigue prohibido es el cabotaje, ninguna empresa con nacionalidad extranjera (…) pudiera establecerse en el territorio nacional”, puntualizó.

Esa restricción es lo que impide también a las firmas de paquetería mexicanas ofrecer servicios entre puntos dentro de Estados Unidos, pues la ley estadounidense cataloga a su actividad como carga doméstica.

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