Una de las demandas que la cancillería mexicana hizo al gobierno de Estados Unidos, hace un mes durante la visita del secretario de Estado, Mike Pompeo, fue un mayor compromiso en el combate al contrabando de armas, fenómeno al que se le señala responsable como buena parte de los elevados índices delictivos que enfrentamos en el país desde hace años.
Sin embargo, es muy importante que México tenga un mayor control de su personal de aduanas. La Secretaría de la Defensa Nacional dio a conocer que en México circulan de manera ilegal un millón 679 mil armas. Si se hubiera impedido su ingreso en los puertos de entrada, el Ejército no tendría que andar rastreándolas. La mayoría de los pertrechos entran por la puerta de oro y bajo el manto protector de funcionarios de aduanas o de aeropuertos.
A principio de año en el Servicio de Administración Tributaria comenzaron, según ellos, una depuración, una limpieza profunda de sus malos elementos, que hay muchos por cierto, en las aduanas; en esas fechas se presentaron siete denuncias contra funcionarios vinculados a los delitos de tráfico de armas, de cartuchos y de dinero. En abril, por ejemplo, la Administración General de Aduanas realizó un histórico decomiso de más de 47 toneladas de artículos apócrifos de marcas de lujo en el Aeropuerto de la Ciudad de México. Cada sexenio el gobierno entrante su voluntad es limpiar, pero por su volumen de operaciones el reto para erradicar la corrupción en aduanas tiene que ser inmenso, mayúsculo. En Nuevo Laredo cruzan diariamente, en ambos sentidos, 13 mil 500 camiones. En el Aeropuerto Internacional de la CDMX se realizaron en 2017, un millón 130 mil 369 operaciones de comercio exterior.
Sabemos que uno de los grandes negocios detodos los tiempos son las aduanas, generan carretonadas de dinero por hora en cada una de las entradas, si se llegara a dar un cambio en las aduanas impactará de manera directa en varios sectores; la Defensa y las policías no tendrán que estar siguiendo el rastro a decenas de miles de armas ingresadas clandestinamente, la piratería no afectaría los ingresos mensuales del Estado y es muy factible que se diera una disminución de los delitos en los que están involucrados armas de fuego. En esta área tan sensible siempre se tienen que estar monitoreando y tienen que ser constantes y permanentes, ya que se presta a una gran corrupción. Se matarían muchos pájaros de un tiro a un sólo objetivo para controlar a ese monstruo de mil cabezas. Valdría la pena recordar la máxima del expresidente Adolfo López Mateos; que dice que: todo mexicano tiene la mano metida en la bolsa de otro mexicano y hay de aquel que rompa la cadena.
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