La OCDE señaló que México tiene que demostrar que sí se puede llevar a cabo en el país una obra de esta envergadura y que si se logra, se podría replicar en otros proyectos.

El secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, señaló que los ojos del mundo están puestos en México por el proyecto de gestión del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.

“Los ojos del mundo están puestos en México. México no puede fallar, pondría en riesgo su prestigio como plataforma de inversión. Tiene que demostrar que sí se puede llevar a cabo en el país una obra de esta envergadura. Si se logra, se puede replicar en otras obras”, dijo Gurría.

Explicó que la OCDE no participa en el debate sobre la localización geográfica ya que está fuera de su mandato; sin embargo se recomienda que las decisiones tomadas se basen en evidencias objetivas, medibles, verificables y comparables, lo que permitirá que se opte por la mejor solución a la saturación del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

“Lo importante es tomar las decisiones con la mejor información posible”, dijo.

Al presentar el Tercer Informe de Avances sobre el Desarrollo del NAIM, el funcionario destacó áreas de mejora en el proyecto del aeropuerto de Texcoco, con un avance del 30 por ciento, sobretodo en la gestión de contratos.

Según su análisis, se encontró que hay 19 subcontratistas en 1 contrato y 10 de ellos aportan insumos. Señaló que hasta hoy son 461 contratos y todos están publicados bajo el estándar de datos para las contrataciones abiertas. “Esto vuelve transparente la gestión del proyecto del aeropuerto mismo y se vuelve contagioso para otras obras”, dijo el funcionario.

De igual forma, destacó que el 88 por ciento del valor de los contratos se hizo por licitación en lugar de adjudicación directa, un nivel superior al promedio que México sostiene en obras públicas del 72 por ciento.

El proyecto enfrenta riesgos que deben mitigarse como retrasos por la expansión del proyecto a consecuencia del incremento imprevisto en el número de pasajeros y la posibilidad de que esos retrasos generen “efecto cascada”, retrasando a su vez otras obras e impactando el presupuesto.

Categorías: Economía

0 Comentarios

Deja un comentario

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *