El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, expuso en el Senado que, contra viento y marea, el gobierno mexicano ha pugnado por la coexistencia con Estados Unidos en el marco del respeto a la Constitución, a la dignidad del país y a su soberanía, y va a perseverar y salir adelante.
Nada nos asusta, porque tenemos autoridad política y moral para defender nuestros intereses, expuso el canciller al comparecer ante el pleno del Senado, en una sesión de varias horas en la que reveló que el presidente Andrés Manuel López Obrador le ha hecho saber a su homólogo Donald Trump que no está de acuerdo con la posible calificación de terroristas a las organiaciones del crimen organizado.
Ello, resaltó, por las implicaciones que tendría para nuestra soberanía e intereses nacionales, y porque debilitaría la intensa y compleja cooperación en materia de seguridad que hay con ese país.
Ebrard expuso que mantendrán esa postura en la reunión que sostendrá la próxima semana con el procurador de Estados Unidos, William Barr, quien visitará el país.
Se le hará saber que México no vería con buenos ojos una medida de esa naturaleza, pues provocaría que se debilite la cooperación entre ambos países.
En tanto, en nombre de la bancada de Morena, el senador Héctor Vaconcelos subrayó que la eventual declaración de terroristas de los cárteles de la droga crea el peligro de una nueva crisis bilateral.
La oposición cuestionó al titular de la SRE. La priísta Claudia Ruiz Massieu reprochó que se ha permitido que un gobierno extranjero marque los parámetros de la política exterior. El canciller rechazó esa visión y resaltó que México fue el único que no aceptó ser tercer país seguro, aun cuando hay sectores de Estados Unidos que insisten en ello. No cedió, porque somos una democracia consolidada, un gobierno que se ha propuesto erradicar la corrupción y un ejercicio público congruente.
Ello le da autoridad moral y política para defender sus intereses frente a todos los países del mundo, especialmente ante Estados Unidos.
El canciller también fue interrogado acerca de las presiones en Estados Unidos para la renegociación del tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).
Explicó que México no aceptará ningún cambio a ese acuerdo sin que lo avale el Senado. Sostuvo que no hay sorpresa ante las nuevas demandas que plantea Washington, porque en el tema laboral se ha dejado claro que la legislación mexicana es más avanzada que la de Estados Unidos. Además, agregó, una vez que se votó el presupuesto para el próximo año, se remitió un informe de cómo se ejercerán los recusos para ese rubro y es incluso más de lo previsto.
Anunció que en esos momentos, mientras comparecía, el embajador Jesús Seade está viajando a Washington con el propósito de terminar la revisión, porque son muchos y diferentes instrumentos para la implementación del tratado en Estados Unidos.
Insistió en que le han hecho saber a Estados Unidos que cualquier acuerdo que pueda afectar a México tendrá que ser sometido al Senado mexicano y tendrá que ser autorizado de manera previa al Ejecutivo, es decir, a los negociadores mexicanos que están en Washington.
Por otra parte, defendió el asilo concedido a Evo Morales y aclaró que no sólo se actúa con personajes con los que se tienen coincidencias ideológicas.
La senadora Alejandra Reynoso (PAN) criticó que el presidente López Obrador le haya delegado la representación del Estado mexicano, como si fuera vicepresidente.
El canciller Ebrard rechazó el reclamo: No, en México no hay vicepresidentes; soy secretario de Relaciones Exteriores, ahí están las facultades establecidas en la ley, no aspiro a nada más, más que cumplir con mi trabajo, y agregó, en medio de aplausos: Tenemos mucho Presidente y no necesitamos vicepresidente.
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