Durante 2018, Pemex operó con un rendimiento antes de impuestos, pero la totalidad de impuestos y derechos pagados por la petrolera le generaron pérdidas. La empresa está obligada a realizar pagos significativos al gobierno que pueden limitar nuestra capacidad para realizar inversiones de capital, señala la compañía en un reporte enviado a los organismos reguladores bursátiles de Estados Unidos.
Al cierre del año pasado, Pemex tuvo un rendimiento antes de impuestos de 302 mil 534 millones de pesos, aunque esa ganancia se diluyó por los impuestos y derechos pagados, los cuales ascendieron a 451 mil 167 millones, con una pérdida neta de 148 mil 634 millones de pesos. En 2017, la petrolera contribuyó con 11.3 por ciento de los ingresos del gobierno y en 2018 con 11 por ciento.
Los impuestos y derechos pagados por Pemex se incrementaron 35.5 por ciento en 2018, en comparación con el año previo, mientras en el primer trimestre disminuyeron 15.1 por ciento frente a igual lapso de 2018, a 92 mil 445 millones de pesos, debido a la baja en la producción de hidrocarburos.
Los impuestos y derechos que nos son aplicables son una fuente importante de ingresos para el gobierno mexicano. Pagamos varios impuestos y derechos especiales de petróleo y gas, además de los demás impuestos y derechos pagados por algunas de las compañías subsidiarias, apunta Pemex a la Comisión de Valores y Bursátil de Estados Unidos.
El régimen fiscal vigente para la empresa productiva del Estado y las entidades subsidiarias entró en vigencia en 2015 y estableció un marco fiscal aplicable a acuerdos contractuales que rigen las actividades de exploración y producción realizadas en México, así como un dividendo estatal a ser pagado por Pemex y las entidades subsidiarias.
Uno de esos derechos es el de la utilidad compartida, que a partir del 1º de enero pasado fue modificado para aliviar las finanzas de la empresa petrolera.
El derecho por la utilidad compartida es un impuesto que era equivalente a 70 por ciento del valor del petróleo y el gas producido en el país, menos ciertas deducciones permitidas. Esa tasa disminuye anualmente y, a partir del 1º de enero, este derecho se fijó en 65 por ciento.
Sólo en 2018, Pemex acumuló 443 mil 294 millones en relación con este impuesto, lo que significó un incremento de 18.8 por ciento en relación con lo pagado en 2017, debido a un aumento en los precios del petróleo y el gas.
Para el especialista Ramsés Pech, una reducción en el derecho de utilidad compartida permitirá a Pemex migrar pozos marginales que tienen una producción hasta de 250 mil barriles en promedio, más 150 mil que ya tenían anteriormente, para un total de 400 mil barriles diarios. Con ello, el derecho de utilidad compartida podría explotar estos campos que no tenían utilidad, agregó Pech.
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