Cerca de la mitad de los demócratas del Senado que votaron en contra del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) comparten algo en común: se postularon, o todavía están postulados, para la nominación presidencial de 2020, dejando cada voto sujeto a un escrutinio adicional debido a las implicaciones políticas nacionales.
Cory Booker, Kirsten Gillibrand, Kamala Harris y Bernie Sanders figuraron entre los nueve demócratas que votaron este jueves en contra del acuerdo comercial.
Sanders, que todavía está en la carrera rumbo a la Casa Blanca, está cerca de la cima de muchas encuestas primarias. Los otros tres se han retirado, pero aún pueden albergar esperanzas de un lugar en el boleto 2020 como elección vicepresidencial, o incluso ambiciones para otra candidatura presidencial en 2024 o 2028.
Si bien la versión final del acuerdo incluía medidas adicionales para proteger a los trabajadores estadounidenses que fueron negociadas por la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y respaldadas por el presidente de AFL-CIO, Richard Trumka, los críticos argumentan que esas protecciones son insuficientes para los trabajadores estadounidenses. Entretanto, grupos ecologistas han criticado el acuerdo a nivel universal.
“Podemos hacer mucho mejor que un acuerdo comercial liderado por Trump”, comentó Sanders durante el debate primario presidencial del martes en Iowa.
Otra demócrata todavía en la carrera, Elizabeth Warren, votó a favor del acuerdo, argumentando que “brindará algo de alivio” a los trabajadores y que es mejor que ninguna acción. Amy Klobuchar también lo respaldó.
Los tres senadores que abandonaron la carrera tienen más de 50 años y podrían tener más oportunidades en la Casa Blanca. Una votación a favor de un acuerdo comercial podría ser contraproducente si resulta en la pérdida de empleos o, en el caso del nuevo acuerdo, en nuevos problemas ambientales.
Joe Biden, exsenador de Delaware, se ha enfrentado a críticas de opositores, especialmente Sanders, por su apoyo a los acuerdos comerciales, entre ellos el anterior al T-MEC, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Harris dijo que se oponía al acuerdo por su falta de protección ambiental. Gillibrand apuntó que votaba en contra porque no creía que hiciera lo suficiente por el medio ambiente, los precios de los medicamentos o los agricultores y productores del estado de Nueva York. Booker aún no ha explicado su voto.
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