La negociación técnica para afinar aspectos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ya se concluyó, quedando despejadas las inquietudes del Partido Demócrata, por lo que sólo queda trabajo político para que se someta a votación el tratado, afirmó Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo Estratégico para las Negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). / En este aspecto, el convencimiento de los sindicatos es crucial, pues Nancy Pelosi, la líder demócrata en el Congreso, “no está dispuesta a pasar el tratado a ratificación hasta que no estime que tienen los votos necesarios y el andamiaje del partido demócrata sea grande para que muestre su liderazgo y pueda adueñarse de una parte del éxito en el tratado”, dijo Kalach a El Economista.

“La parte técnica está muy resuelta. Los demócratas pusieron cuatro temas y están resueltos. No sabemos si habrá otro, pero nuestros informes de gente cercana al proceso nos dicen que el trabajo técnico ya terminó”, recalcó.

Para Kalach a lo largo de un año de negociaciones, los demócratas han conseguido cosas que no tenían como que los capítulos de resolución de controversias y el laboral se junten para lograr la obligatoriedad que buscan en el cumplimiento de la legislación laboral mexicana.

De acuerdo con el medio estadounidense Politico, los demócratas de la Cámara de Representantes y la administración del presidente Donald Trump podrían llegar a un acuerdo sobre los cambios al T-MEC esta semana.

Pero antes, Politico acotó que los legisladores y la USTR están trabajando para garantizar que los sindicatos, a saber, la AFL-CIO, no se opongan.

Según su versión, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el presidente del Comité de Medios y Arbitrios, Richard Neal, “están casi listos” para anunciar un acuerdo con la administración Trump que asegure cambios relacionados con el T-MEC.

Como uno de los puntos de avance previos, la Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) y legisladores demócratas se han acercado en sus posiciones para evitar la capacidad de los países de bloquear el levantamiento de paneles de solución de controversias.

Desde junio, los demócratas de la cámara han trabajado con la USTR para abordar preocupaciones clave en cuatro áreas: asegurar el cumplimiento (enforcement, en inglés) de la legislación laboral; fortalecer las reglas de protección al medio ambiente; fortalecer los derechos de los trabajadores, y disminuir el periodo de exclusividad para datos de patentes de medicinas biológicas.

El representante comercial Robert Lighthizer dijo el jueves que, aunque persisten algunos problemas laborales, el apoyo sindical está al alcance y “lo necesitamos”.

Por su parte, el representante Henry Cuellar (D-Texas) dijo que con Pelosi y la AFL-CIO se puede contar con el respaldo de más de 100 demócratas, aunque cree que ya hay suficiente apoyo de demócratas moderados para aprobar el acuerdo.

Pero Richard Trumka, el jefe de AFL-CIO, ha cerrado la idea de que el T-MEC se apruebe este año. En contraste, la administración Trump y algunos demócratas quieren concluir este año, y Pelosi dijo la semana pasada que también esperaba eso.

La semana pasada, Nancy Pelosi declaró que la puesta a votación de la ratificación del T-MEC está próxima a suceder. “Creo que si podemos llevar esto al lugar donde debe estar, lo cual es inminente, puede ser una plantilla para futuros acuerdos comerciales; una buena plantilla”, dijo, según informó la CNBC.

El telón de fondo de esta negociación es el impeachment al presidente Donald Trump, que se abrió luego de que un denunciante anónimo alertase de que el presidente buscó ayuda del gobierno de Ucrania para hacer a un lado a su principal rival político, Joe Biden.

La semana pasada, este proceso inició con la celebración de comparecencias en el Congreso estadounidense de testigos en el caso.

En este marco, el viernes Trump atacó a Pelosi en su cuenta de Twitter al decir que se trata de una demócrata “que no hace nada, y con suerte no estará en esa posición por mucho tiempo”, de exigirle a la líder de la Cámara de Representantes aprobar el T-MEC. “¡Apruebe el T-MEC!”, que ha estado en el escritorio durante meses, enfatizó el mandatario.

Avanza reforma sectorial.

Centro de conciliación laboral, avalado.

El Congreso de la Unión aprobó la Ley Orgánica del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), misma que ordena la reforma laboral aprobada en mayo pasado para que se inicie el proceso del nuevo sistema de justicia laboral en el país.

La Ley Orgánica del CFCRL fue aprobada por una amplia mayoría de diputados y senadores el pasado 15 de noviembre, con lo que se sientan las bases para que este organismo opere a partir del 2020.

La instauración del centro será vital para la implementación de la democracia y libertad sindical, afirmó el subsecretario del Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Alfredo Domínguez Marrufo.

Destacó que el centro federal responde a la reforma constitucional del 2017 y a los compromisos adoptados por México con motivo del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC). (Con información de María del Pilar Martínez)

¿Quién es la AFL-CIO?

La Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por su sigla en inglés) es la mayor central obrera de Estados Unidos y Canadá. Fue formada en 1955 y está compuesta por 59 federaciones nacionales e internacionales que juntas representan más de 12 millones de trabajadores.

En abril del 2008, la AFL-CIO y seis sindicatos laborales guatemaltecos presentaron una queja alegando que Guatemala no hizo cumplir adecuadamente sus leyes laborales con respecto a la libertad de asociación, los derechos y la negociación colectiva, y las condiciones aceptables de trabajo, pero finalmente perdieron ese panel.

Richard Trumka fue elegido presidente de la AFL-CIO el 16 de septiembre del 2009, en la convención de la federación en Pittsburgh, Pensilvania. Se desempeñó como secretario-tesorero de la AFL-CIO de 1995 al 2009, y antes de eso fue presidente de United Mine Workers de 1982 a 1995. Trumka fue nombrado uno de los estadounidenses del año de la revista Esquire en el 2011.

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