Lejos de cancelar las importaciones de crudo ligero, el gobierno mexicano prevé incrementarlas 16 veces este año respecto del pasado, a un promedio de 92.9 mil barriles diarios, de acuerdo con los presupuestos de Egresos de la Federación de 2018 y 2019.

La cifra equivale a la compra al exterior de unos 33.9 millones de barriles este año, según el Presupuesto de Egresos de la Federación en su apartado Estrategia programática.

Para el último año de gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto se proyectó la importación de 5.6 mil barriles diarios, equivalentes a poco más de 2 millones de toneles al año.

Ramsés Pech, especialista en temas de energía, consideró que si no se realizan inversiones en materia energética, México puede convertirse en comprador de hidrocarburos.

Estados Unidos será este año uno de los principales exportadores de crudo y gas, y puede llegar a controlar los precios del barril de petróleo mediante el fortalecimiento del dólar frente a otras monedas, dijo el también colaborador de La Jornada. Ese país aumenta su producción en 2 millones de barriles diarios cada año, agregó.

México produjo el año pasado un promedio de 1.8 millones de barriles diarios, lo que significa una de las tasas más bajas. A principios de siglo generó hasta 3.4 millones. Hacia 2024, el gobierno tiene como meta producir diariamente 2.4 millones.

Pech dijo que Estados Unidos puede reducir sus importaciones de materias primas para generar energía, y explicó lo que sucedería si dejara de comprar a México. Y no sólo eso, sino vendiera al país la materia prima transformada.

Esa circunstancia se enmarca en momentos en que la mezcla mexicana de exportación tiene una cotización superior al tipo ligero que se produce en Texas, el WTI, cuyo barril se tasa en Nueva York y es de referencia en los mercados mundiales, como el Brent del mar del Norte, que se cotiza en el mercado de futuros de Londres.

El viernes pasado la mezcla mexicana de exportación cumplió tres meses con una cotización superior al WTI, con una diferencia de hasta dos dólares, de 54 dólares el barril para el crudo mexicano contra 53 del estadunidense.

Sin embargo, Pech considera que esa situación no durará mucho tiempo. El problema radica en que el crudo mexicano aumentó su precio porque es el de mayor demanda para las refinerías de Estados Unidos, manifestó el analista al ser consultado sobre la diferencia en cotizaciones entre ambos tipos de petróleo.

Debido que el WTI es un crudo ligero y ahora más de 60 por ciento es de ligero a superligero, éste aumentará su valor a mediados o finales de junio, cuando Estados Unidos termine un ducto que permitirá a ese país exportar más, agregó.


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