Por el retraso que persiste para cruzar la frontera con Estados Unidos, los exportadores de productos agroalimentarios han tenido que comprar por lo menos 30 por ciento más diésel respecto del promedio que se consumía antes para mantener encendidos los camiones y sus sistemas de refrigeración para tratar de mantener frescas frutas y verduras, aseguró Bosco de la Vega, dirigente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), quien consideró que entre más caravanas de migrantes haya en México existirán más problemas con el país vecino.

Dado que exportamos productos perecederos llevamos las de perder, porque vamos contra reloj. Si un camión gastaba antes 100 litros de diésel, ahora son 130. Además, el retraso se extiende a toda la cadena porque la flota de camiones tarda en regresar a México 18 o 20 horas para recoger más cosechas. Entonces, los productos ya no salen tan frescos y se reduce el tiempo de anaquel en Estados Unidos. Son malas noticias para todos, porque estamos perdiendo dinero, calidad del producto y afectando al consumidor, señaló el dirigente empresarial en entrevista con La Jornada.

Al gasto adicional de combustible se le deben sumar costos extra por lo que cobran los transportistas (pues dejan de cargar o cumplir otros pedidos, lo cual se negocia con cada línea o empresa) y también honorarios adicionales de los choferes, porque máximo deben conducir ocho horas, explicó el dirigente.

Aun así, dijo, “ya nos han regresado varios camiones de berries (fresa, frambuesa, zarzamora, moras y arándanos) en Baja California, a razón de uno y medio por día, porque son frutas que se cosechan por la mañana y en lugar de tardar tres horas en cruzar la frontera llegan a hacerlo hasta el día siguiente. La pura carga de un camión de fresas llega a costar 34 mil dólares”, aseguró.

El intercambio comercial entre México y Estados Unidos asciende a 127 millones de dólares por día, de los cuales 54 millones corresponde a productos agroalimentarios, destacó el dirigente del CNA.

Quince días después de que se inició el problema por la reasignación del personal de aduanas de Estados Unidos a tareas migratorias, no se ha normalizado el tráfico fronterizo y siguen registrándose retrasos de entre cinco y hasta 20 horas, comentó. Detalló que los daños son principalmente en las exportaciones de berries, aguacate, chile y tomate (este último ya se encareció 15 por ciento para los estadunidenses), pero el CNA todavía no ha calculado cuántos miles de pesos se pierden al día”, dependiendo de la aduana.

Las exportaciones agroalimentarias se concentran en cuatro cruces fronterizos (Nogales, Laredo, Tijuana y Mexicali), que hasta hace dos semanas operaban las 24 horas del día. Ahora el flujo vehicular varía cada día y depende de las órdenes que tenga el personal de Estados Unidos por la presión de los migrantes, porque donde hay más, más nos castigan.

A diferencia de lo que pasa con algunas de las exportaciones automotrices, que son certificadas desde las plantas donde se fabrican y por eso pueden cruzar más pronto la frontera por carriles especiales de aduanas o garitas, los productos agroalimentarios no tienen esas facilidades, porque tienen que pasar necesariamente por revisiones fitosanitarias, explicó.


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