Los flujos de inversión extranjera directa (IED) se desacelerarán en México, al pasar de un crecimiento anual de 15.2 por ciento en 2018, a un estimado de 2.5 por ciento al cierre de este año, informó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Pese a la baja, desestimó que deje de llegar capital al país, en particular para el ramo energético, como uno de los principales atractivos del país.
“Siempre va a haber un interés (…) hay una expectativa siempre positiva en torno al sector energético”, zanjó la funcionaria internacional. Consideró que habrá un flujo creciente de recursos en la ramo y los cambios que está impulsando el gobierno implican un “mayor protagonismo de las empresas del estado” (Petróleos Mexicano y la Comisión Federal de Electricidad), pero ello no quita el interés de firmas internacionales por entrar a él.
En conferencia de prensa desde la sede de la Cepal en Santiago de Chile, dio cuenta que la IED en el mundo sumó 1.3 billones de dólares en 2018, una reducción de 13 por ciento frente a 2017 y fue restada por las cláusulas proteccionistas de Europa y América del Norte que apelan a la seguridad nacional. “Son medidas muy orientadas hacia China, para que ésta no vaya a apropiarse de los avances tecnológicos”, expuso.
Añadió que más allá del conflicto comercial entre China y Estados Unidos del que se puede ver beneficiado México, el riesgo para el país está en la dependencia del comercio exterior. “La guerra comercial no ayuda”, puntualizó, pero el riesgo se mantiene en que se está vendiendo cada vez más al país vecino.
En la recomposición de las cadenas de valor en el mundo, avanzó que México puede ser “un ganador en la relocalización de empresas de tecnología media”. En este entorno consideró que las medidas de impulso a la economía que anunció la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, son una “muy buena señal para inversionistas extranjeros”.
Cae inversión en capital en América Latina
En contraste con la tendencia mundial, los flujos de IED hacia América Latina y el Caribe aumentaron 13.2 por ciento en 2018 con respecto a 2017, sumaron 184 mil 287 millones de dólares, con lo que se revierten cinco años de caídas. Sin embargo llamó la atención sobre la composición de los flujos de estos recursos.
El flujo de capital –que implica inversión nueva- se redujo 20 por ciento, y sumó 69 mil millones de dólares, la reinversión de utilidades creció 16 por ciento con 61 mil millones, y avanzó 168 por ciento el préstamos entre compañías, con un saldo de 52 mil millones de dólares. Sin México ni Brasil este último rubro que Bárcena consideró el más opaco, fue de 13 por ciento.
Pese a ello, la IED es el ingreso de capital extranjero más estable en la región. En Brasil sumó 88 mil millones de dólares en 2018 y en México 37 mil México 37 mil millones, al ser los dos países que más reciben este flujo.
La Cepal estima que al cierre de 2019, la IED termine con una contracción de -0.8 por ciento en la región, pese a que las cifras de primer año mostraban un entorno optimista. Brasil restará con una caída de alrededor de 15 por ciento que no podrá ser compensada con el avance de 2.5 por ciento en México, dijo Alicia Bárcena.
Destacó que los países en forma individual pueden hacer muy poco y se debe apelar a proyectos regionales para en vez de atraer más IED, atraer de calidad. “Nosotros le estamos apostando al Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica”, donde recordó se busca impulsar el sector eléctrico y de infraestructura.
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